DESCARGA TESIS DE MONTERO RODRÍGUEZ SOBRE CUENTOS ABOMINABLES DE J. URE

ABSTRACT

Three reviews of the speech of the postmodern era in Alberto Jiménez Ure’s Cuentos Abominables: time-space, eroticism and reliability. This work aims at analyzing the current controversial concept of postmodernism in the Latin American literature portrayed in Cuentos Abominables that was written by the Venezuelan writer Alberto Jimenez Ure. It reviews the categogy known as cronotopo that is the unification of space and time which was proposed by Mijail Bajtin as well as two relevant speeches inside the postmodern era: the eroticism and the reliability.

INTRODUCCIÓN

«El mundo real a la postre se convierte en fábula»

(Nietzsche)

Para explicar la posmodernidad es necesario observar los últimos veinticinco años del Siglo XX, así como el conjunto de permutas sociales que en él se han generado: un acelerado crecimiento de los medios de comunicación de masas, el exceso del consumismo capitalista, la denominada globalización, la intermisión de lo local, el incremento de los medios de control social mediante la computadorización de los servicios públicos y privados. Todo esto muestra un horizonte de la vida social como maquinaria compleja que, poco a poco, va aniquilando al individuo y donde lo cotidiano se ve regulado obsesivamente.

De este paisaje socio-cultural-económico se ha logrado desprender este nuevo paradigma epistemológico: la posmodernidad, el cual recoge esa visión general acerca de dichas transformaciones sociales. Asimismo, ha producido todo un debate, al interpretarse inicialmente como reevaluación de la modernidad y su relación con lo social, cultural y económico. El término posmodernidad surgió hacia finales de la década de los años cincuenta o principios de los años sesenta, como producto de una coyuntura histórica marcada entre otras cosas por la Guerra de Vietnam (de donde se genera una crisis socioeconómica por el alza en los precios del petróleo) y el Caso Watergate, ambos acontecimientos que alimentaron el cinismo; en Europa Occidental surgen los movimientos democráticos posteriores a la desintegración del comunismo. En general, se dan retos culturales donde lo culto y la tradición dejan de ser propiedad exclusiva de grupúsculos, donde el industrialismo refleja su rostro devastador en la degradación del ambiente, el agotamiento de los recursos irremplazables y el deterioro de la capa de ozono (Lyon, 1997: 20-21).

La década de los años sesenta fue un tiempo de evaluación y rompimiento de reglas sociales, donde se mostró la irracionalidad de las drogas y se desató un fenómeno que conllevó una inevitable crisis y un irremediable cuestionamiento de los valores establecidos. En los inicios de la «Guerra Fría», con el mundo de las comunicaciones, el de las imágenes (televisión) y el de los vuelos espaciales, se comenzó a variar el orden sociocultural mundial. Este contexto abordó la diferenciación modernidad/posmodernidad y se entendió esta última a partir de tres dimensiones diferentes: como un cuestionamiento de las doctrinas heredadas por la Ilustración [1], para unos; como consecuencia extrema de la modernidad, para otros; o como agotamiento de la modernidad misma y su ruptura radical, para unos terceros. De esta manera, se entiende por qué se puede asociar la teoría bajtiniana con la posmodernidad desde la perspectiva de lo dialógico, como elemento que permite desenmascarar la ilusión de una voz única, de asignaciones valorativas que perpetúan oposiciones reductoras y excluyentes, además de interrogar las visiones totalizadoras, autoritarias, las verdades únicas en argumentos sociales, literarios, filosóficos y demás. Tal como afirma Iris Zavala (1991:129), el texto posmoderno se constituye en una revisión epistemológica que apoya el mundo de combate, la desarticulación de lo racional y lo estable dentro de un juego de estrategias y simulacros en cuanto actitudes activas, subversivas, hacia instituciones sociales, culturales y el mundo material. Consecuente con estas afirmaciones, se ha de destacar la teoría propuesta por el estudioso ruso Mijaíl Bajtín sobre la forma, contenido y significado de la novela (y la narrativa en ge- neral, incluyendo el cuento). Teoría en la cual ocupa un lugar importante el concepto empleado por él con el nombre de cronotopo. Dice este estudioso que: «A la intervinculación esencial de las relaciones temporales y espaciales asimiladas artísticamente en la literatura, la llamaremos cronotopo» [lo que traducido literalmente significa tiempo-espacio]«En el cronotopo literario-artístico tiene lugar una fusión de los indicios espaciales y temporales en un todo consciente y concreto» (Bajtín, 1986: 269).

Para destacar la importancia del cronotopo dentro de la literatura, este académico estipula las posibilidades que presenta en la concreción de la imagen del hombre en la literatura, y la interacción del tiempo y del espacio dentro de un texto específico (Bajtín, 1986: 270). En este punto, Mijaíl Bajtín propone que el estudio del cronotopo literario artístico puede producir infinitas posibilidades, las cuales irán proporcionando nuevas realizaciones del tiempo y el espacio en el arte y la literatura. Por tal motivo, se ha de detener en el estudio de lo que se denominará aquí como la unión espacio-tiempo de la posmodernidad, entre diversos tipos que de la producción artística pudieran surgir. En el actual contexto sociocultural latinoamericano, la aprehensión de la posmodernidad como posibilidad de lectura de la modernidad (ésta última impuesta desde el llamado Descubrimiento y la Conquista españolas) resulta sumamente interesante; pues dicho paradigma permite observar cómo en la literatura de esta orbe históricamente marginal, también se puede asumir la palabra, decir y decirse [2] Por ello, en los cuentos del venezolano Alberto Jiménez Ure se deslinda esta condición posmoderna como un vislumbro de esa unión espacio-tiempo, que podría ser ubicable en el momento vigente tal y como se intentará hacer a continuación; igualmente se pretende realizar una revisión de dos de los discursos que esta perspectiva dialógica contemporánea parece acarrear con gran fuerza: el erotismo y la fiabilidad.

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