NADA QUE SAGRADO NO SEA ORACIONES MERECE

«Que nadie ore por mí u otras personas para que seamos filántropos, porque el abuso y odio entre nosotros nunca cesarán mientras no aceptemos que la fraternidad es insostenible categoría filosófica ante una mayoría caníbal o gladiadora, y sólo excepcionalmente alguien proclive deificar comportamientos irracionales pronuncia estúpidas proclamas de pacifista erguido en un palco del nada paradisíaco pero sí macabro coliseo»

(Alberto JIMÉNEZ URE)

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